Dos expertos comparten sus recomendaciones para
proteger la salud de las personas que más amamos
de agentes infecciosos.
Cuidar a nuestras familias en épocas de aislamiento
preventivo, es la mejor forma de demostrar nuestra
responsabilidad y afecto. “La principal
medida para
cuidar la salud de nuestros seres queridos es
cumplir, con el mayor rigor posible, el
confinamiento, lo que verdaderamente nos va a
proteger del contacto con un virus”,
afirma Carlos
Eduardo Moncada, docente de la Universidad Nacional
de Colombia y especialista en el cuidado de la
familia.
El experto nos recomienda, a su vez, “afinar y
fortalecer las medidas de higiene en el hogar,
fundamentalmente el lavado de manos. Hay que añadir
a esto que debemos restringir el contacto con
familiares, amigos y vecinos que no estén cumpliendo
con rigor las medidas dadas por las autoridades”.
El doctor Moncada añade que el miembro asignado para
salir de casa, ya sea por cuestiones trabajo,
diligencias o compra de víveres, debe seguir un
protocolo de limpieza e higiene para no resultar
enfermo y, de paso, contagiar a su pareja, a sus
hijos y a los adultos mayores que viven con él.
Por otra parte, el experto nos recuerda que, paralela
a la higiene, está el cuidar de la salud mental y
emocional de todos los miembros de la familia. Para
ello debe haber una continua comunicación, respeto
por los espacios de intimidad, llegar a acuerdos,
expresar solidaridad ante situaciones de dificultad
y compartir momentos de diversión.
Consejos prácticos
La doctora Elsy Cristina Sierra Vargas, médica y
especialista en medicina interna, nos aconseja que
para cuidar a nuestra familia hay que tener una
buena alimentación y establecer en casa, si es
posible, rutinas de ejercicio tanto para los adultos
como para los mayores.
La docente nos recomienda, adicional a las ya
citadas, otras medidas para cuidarnos a nosotros
mismos y a nuestras familias:
- Lavarnos las manos:
debemos hacerlo frecuentemente con agua y jabón por
al menos 20 segundos, especialmente después de ir al
baño, antes de comer y después de sonarnos la nariz,
toser o estornudar.
– Si no contamos con agua y jabón, podemos usar un
gel antibacterial que contenga mínimo un 60 % de
alcohol.
– Limpiemos y desinfectemos los objetos y
las
superficies que se tocan con frecuencia, como el
celular, el teclado del computador, los
interruptores de luz, las perillas de las
puertas.
Para ello podemos utilizar el hipoclorito de
sodio o
alcohol antiséptico.
– Cubrámonos la nariz y la boca con un
pañuelo desechable al toser o estornudar.
– Quien tenga síntomas respiratorios debe usar
mascarilla y evitar el contacto a menos de dos
metros con los demás miembros de la familia.
– Para cuidar a los niños, además de las medidas ya
citadas, los adultos deben vigilar que los pequeños
sí se estén lavando las manos apropiadamente.
Debemos, en la medida de los posible, prohibirles
que se toquen los ojos, la nariz y la boca. Además,
debemos desinfectar, al menos un día por
medio, los
pisos en donde los niños juegan con
frecuencia.
– Para cuidar a los adultos mayores, hay que tener
en cuenta dos aspectos: no compartir con ellos
artículos de uso personal como platos, vasos,
cubiertos o toallas. Algunos miembros de la familia
podrían experimentar síntomas leves o no sentir
nada, por lo que hay que restar el contacto con el
adulto. Y segundo, no recibir visitas, ya que
cualquier persona de afuera es potencial portadora
de un virus.
– Con las mascotas debemos tener dos cuidados
fundamentales: primero, si un miembro de la familia
presenta resfriado, lo mejor es que no la toque.
Segundo, limpiémosle las patitas luego de haberlo
sacado a la calle.
Recordemos que el cuidado de nuestras
familias debe ser integral y que debe conjugar
la higiene, la buena alimentación, el ejercicio
y el tiempo de calidad en conjunto.