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Es momento de cuidar a las personas niños y adultas mayores. Debemos acompañar a los niños y adultos mayores para que puedan cuidar su salud física, mental y emocional, por eso te dejamos algunas recomendaciones esenciales para que puedas hacerlo.
Juegos de mesa, jardinería y tareas del hogar son algunas de las actividades que las personas adultas mayores pueden realizar cuando permanecen mucho tiempo en casa.
En épocas coyunturales en las que, por algún motivo, la recomendación es quedarse en casa, debes prestar especial atención si convives con personas adultas mayores. Su día a día puede verse afectado ya que no pueden salir a disfrutar de espacios exteriores, por lo que es importante que tengas un plan de actividades claro y les ayudes a mantener su rutina, cuidar de su cuerpo y de su salud mental.
Según La Organización Mundial de la Salud, las personas mayores de 60 años, muchas de ellas miembros activos dentro de su núcleo familiar y social, tienen altas probabilidades de sufrir al contraer un virus, y más si padecen enfermedades crónicas como hipertensión, problemas cardíacos o diabetes. De allí, la necesidad de brindarles la asistencia que necesitan.
Ante este panorama, María Clara Ocampo Escobar, especialista en dolor y cuidado paliativo de la Universidad CES, en Medellín (Colombia), afirma que el primer paso para cuidar de una persona mayor deben tomarlo las personas que conviven con ella, realizando un estricto aseo del hogar, lavándose las manos constantemente y, en lo posible, utilizando mascarilla o tapabocas ante la aparición de una gripe, por más sencilla que esta parezca. En este último caso, se deben limitar las visitas y no realizar traslados a los servicios médicos de no ser necesario.
Para procurar su bienestar, es igualmente importante promover la actividad física, el ocio productivo, el diálogo, las actividades del hogar y la expresión de las emociones, según recomendación de los expertos. De este modo, se contrarrestan síntomas de ansiedad y estrés, sensaciones comunes en muchas personas al sentirse aisladas.
A continuación, te presentamos algunas actividades que los adultos mayores pueden realizar en casa:
Recuerda que la actividad física e intelectual son fundamentales para el bienestar de las personas adultas mayores de tu familia. Por eso, te invitamos a alternar estas actividades y compartir tiempo de calidad con ellas.
Los cuidados alimenticios que hay que tener con las personas adultas mayores van desde mantener una adecuada higiene hasta implementar estrategias para estimular su apetito. Te contamos algunos consejos.
Conforme una persona se acerca a lo que se conoce como tercera edad, su cuerpo experimenta múltiples cambios que demandan cuidados especiales. Se pierden habilidades, la masa muscular empieza a disminuir y, en algunos casos, la grasa a aumentar. Lo anterior puede relacionarse en el futuro con la aparición de enfermedades como la hipertensión, la diabetes, el estreñimiento, entre otras.
Así, el cuerpo comienza a demandar una serie de cuidados especiales y uno de estos aspectos tiene que ver con la alimentación, como lo afirma la especialista en nutrición Adriana Puente, quien añade que, a esta edad, para una correcta nutrición, es vital conocer si el adulto mayor padece algún tipo de patología, pues ello determinará en gran medida su dieta.
Por su parte, María Clara Ocampo, especialista en el cuidado del adulto mayor de la Universidad CES, en Medellín (Colombia) recomienda “ser muy cuidadoso en la limpieza de platos y cubiertos, y que ojalá el adulto mayor tenga sus propios utensilios que no sean compartidos con alguien más en la casa. Así mismo, hay que lavar muy bien los alimentos antes de prepararlos y estar sacando continuamente los residuos alimenticios de la casa”.
En cuanto a la nutrición, se deben tener en cuenta algunas recomendaciones básicas, aunque cada decisión debe tomarse con base en las indicaciones de un profesional de la salud:
Por su parte, el Instituto para la Atención de los Adultos Mayores de México ofrece las siguientes recomendaciones para estimular el apetito en los adultos mayores:
El acompañamiento es fundamental en esta etapa de la vida para asegurar el bienestar físico, mental y emocional de las personas adultas mayores. En ese sentido, la alimentación se convierte en uno de los factores determinantes para conservar su salud integral.
La hora del baño es quizá uno de los momentos más importantes para los adultos mayores. Sentirse frescos y limpios les brinda bienestar y tranquilidad.
El paso de los años trae consigo cambios en los procesos fisiológicos, orgánicos y metabólicos. La piel comienza a sufrir un desgaste natural, pierde elasticidad, se regenera con lentitud, acumula menos grasa, suda poco y hay disminución en el riego sanguíneo, lo que provoca que las personas adultas mayores sean más propensas a las lesiones e infecciones.
Por tanto, sus rutinas de aseo deben cumplir características que van direccionadas a la prevención, y a contribuir a su salud mental y bienestar emocional. Ana María Martínez Muñoz, enfermera y magíster en Gerontología, envejecimiento y vejez, hace un especial énfasis en que, a mayor edad, estas medidas deben hacerse más estrictas, ya que muchas personas mayores pueden perder movilidad y conciencia de sí mismos.
Martínez comparte las siguientes recomendaciones, tanto para el adulto autónomo como para aquel que necesita algún tipo de asistencia:
Según la Organización Mundial de la Salud, entre 2000 y 2050, la proporción de los habitantes del planeta mayores de 60 años se duplicará, pasando del 11% al 22%. “En números absolutos, este grupo de edad pasará de 605 millones a 2000 millones en el transcurso de medio siglo”, afirma la misma institución. Por ello, todas las recomendaciones deben ir de la mano con estilos de vida saludables en los ámbitos de la alimentación, la actividad física y la entretención.
Al pasar tiempo en casa con tus hijos puedes fortalecer su creatividad, disciplina y educación. Te contamos cómo aprovecharlo.
Si tienes hijos, los días en casa son una oportunidad para acercarte más a ellos y disfrutar momentos que antes no podías por motivos laborales o por sus horarios escolares La mejor forma es a través del juego y las actividades lúdicas, que les ayudarán a potenciar sus gustos y habilidades.
El primer paso entonces, es ver tu hogar como un espacio lleno de posibilidades para desarrollar actividades con tus hijos, seres llenos de imaginación, curiosidad y energía que aprenden, entre otras muchas maneras, a través del ejemplo.
Así lo afirma la psicóloga, escritora y conferencista chilena Pilar Sordo, quien añade que una de las primeras cosas que debes hacer como padre o madre, es hablar con tus hijos y darles a entender los motivos por los cuales van a estar en casa y la responsabilidad que tienen como familia de cuidarse mutuamente y cuidar a los demás.
Cuando no se trate de las vacaciones, la experta añade que los niños deben comprender que no es un periodo de descanso, y que así como habrá tiempo para el juego, también lo habrá para estudiar. Soto asegura que hay que poner límites, ternura, firmeza, paciencia, fuerza de voluntad y sentido del humor. Ello implica, a su vez, que debe haber una rutina en casa. Hay que despertarse a cierta hora, bañarse, vestirse bien, arreglar el cuarto, estudiar y jugar. Toda esta rutina corresponderá, por supuesto, a las edades de tus hijos.
A continuación, te presentamos algunas actividades que puedes hacer con ellos para compartir y aprender juntos:
En épocas donde los niños se ven sometidos a altas cargas de estrés, trabajar actividades para desarrollar la comprensión emocional siempre será una buena opción. A continuación compartimos tres actividades para hacer en casa
Cuando hablamos de comprensión emocional, hacemos referencia al proceso para entender el amplio abanico de señales emocionales que tenemos los seres humanos, etiquetarlas y agruparlas.
Trabajar este tema con grandes y chicos ayuda a desarrollar la habilidad de interpretar el significado de emociones simples y complejas, y sobre todo, aprender a gestionarlas en relación con la comunidad.
¿Cómo trabajar entonces las emociones?
Para trabajar la regulación emocional:
- Nombre de la actividad: Responder a una acusación
- Tiempo: 25 minutos
Para empezar lee en voz alta el inicio de esta historia:
“Va Pepe muy contento por el parque, cuando de repente ve a Rafa viniendo a su encuentro. Rafa tiene una mirada muy rara. Pepe se pregunta qué le estará pasando. Se acercan y se saludan, pero inmediatamente Rafa comienza a gritar. Dice que Pepe le ha hecho quedar muy mal con los otros chicos del barrio, que es mal amigo, que tiene la culpa de todo lo que le pasa. Entonces Pepe…”.
Una vez leído el cuento:
Para trabajar la asertividad:
- Nombre de la actividad: Escribe un cuento
- Tiempo: 45 minutos
Este ejercicio pretende que los niños diferencien entre las formas de responder a una acusación y, además aprendan a controlar sus emociones; ambas condiciones necesarias para aprender a resolver conflictos.
Para trabajar la escucha activa:
- Nombre de la actividad: Conversación 1 a 0
- Tiempo: 15 minutos
Tal y como concluye una investigación realizada por Albert Mehrabian, en una conversación cara a cara el componente verbal solamente representa un 35%.
Así es, más del 65% es comunicación no verbal, es decir, la comunicación de nuestras emociones, la postura corporal, el contacto visual o los gestos.
Con esta actividad buscamos desarrollar la escucha activa y mejorar la comunicación interpersonal.
Momentos como los vividos durante el aislamiento preventivo por COVID-19 llevan a adultos y a niños a situaciones donde pueden experimentar estrés. ¿Cómo gestionarlo en los más pequeños?
A esta pregunta respondió la Organización Mundial de la Salud en su sitio web dedicado al Coronavirus, e invitó a cuidadores, padres y adultos en general a tener especial cuidado con la salud mental de los niños y jóvenes durante estas temporadas.
Para lo anterior, estipuló las siguientes actividades y momentos a tener en cuenta:
Primero: los niños pueden responder al estrés de diversas formas, por ejemplo, mostrándose más dependientes, preocupados, enfadados o agitados, encerrándose en sí mismos o mojando la cama.
Segundo: muéstrate comprensivo ante las reacciones de los más pequeños, escucha sus preocupaciones y ofréceles más amor y atención.
Tercero: los niños necesitan el amor y la atención de los adultos en los momentos difíciles. Dedícales más tiempo y atención.
Cuarto: acuérdate de escuchar a tus hijos, háblales con amabilidad y tranquilízalos en caso de que sea necesario.
Quinto: cuando sea posible, organiza momentos de juego y relajación con tu hijo.
Sexto: en la medida de lo posible, evita separar a los niños de las personas que se encargan de su cuidado. En caso de separación (por ejemplo, por hospitalización), asegúrate de mantener el contacto frecuente (por ejemplo, a través del teléfono) y de ofrecer consuelo.
Séptimo: mantén las rutinas y los horarios habituales en la medida de lo posible, o ayuda a crear otros diferentes en el entorno nuevo, en particular actividades escolares y de aprendizaje, así como momentos para jugar de forma segura y relajarse.
Octavo: explica lo que ha pasado y cuál es la situación actual y ofrece a los niños información clara sobre cómo pueden reducir los riesgos de contraer la enfermedad; utiliza palabras que puedan entender en función de su edad.
Noveno: facilita información sobre situaciones hipotéticas (por ejemplo, un miembro de la familia y/o el niño empiezan a encontrarse mal y tienen que ir al hospital durante un tiempo para que los médicos puedan ayudarles a recuperarse).
Recuerda: en momentos como estos cuidar de la salud mental propia y de quienes nos rodean es vital para enfrentar de manera positiva la situación.
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