Hoy miércoles 9 de abril, desde las 18:00 a 20:00 hrs aproximadamente, estaremos realizando trabajos de mantención en nuestro Seguro Obligatorio SOAP.
Provisoriamente para retomar la cotización de Auto Click Comercial, debes buscarla en la bitácora de cotización y póliza comercial.
SEGUROS
Contáctanos en:
Es momento de proteger mi empresa. En medio de esta coyuntura, es fundamental tomar las decisiones pertinentes para asegurar la sostenibilidad del negocio y la protección de los empleados. Aquí te dejamos una serie de recomendaciones que te pueden ayudar a mitigar los impactos de esta crisis.
Todos los expertos coinciden: la actual crisis social y de salud traerá consigo una crisis financiera no conocida en las últimas décadas. ¿Cómo entenderla?
El primer enemigo en todos los escenarios es el pánico. Con él llegan la desinformación, la desorientación, las malas decisiones y la especulación. Todos juntos detonan escenarios de crisis mayores a los imaginados.
Basado en lo anterior, Juan Camilo Cárdenas, decano de la Facultad de Economía de la Universidad de los Andes en Colombia, hace un llamado a la calma y aclara que: “los esfuerzos y la canalización de la preocupación deberían orientarse a cuidarse y cuidar a los demás, eso además favorece la economía”.
¿Cómo combatir el pánico? Informándose bien para decidir mejor. Por eso presentamos un compilado de lo que hasta hoy expertos, académicos, autoridades nacionales y organismos multilaterales analizan y vaticinan.
El 2020 inició de manera compleja, el COVID-19 es ahora mismo uno de los términos más buscados en Google cuando apenas hace dos meses ni aparecía reseñado en los buscadores y es, precisamente este ‘nuevo famoso’, el causante de que hoy se especule que la economía mundial podría crecer a su ritmo más lento desde el 2009.
Para Jeffrey Frankel, de la Escuela Harvard Kennedy, la situación no es mejor. En conversación con la BBC Mundo afirmó que: “la posibilidad de una contracción económica parece haber aumentado dramáticamente. De hecho, estamos muy cerca de una recesión mundial”. Y, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos – OCDE, en el peor de los casos el crecimiento económico mundial podría descender a la mitad de lo que se había proyectado, bajando incluso hasta el 1.5 %.
A lo anterior se suman las declaraciones de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo – UNCTAD, donde se alertó que el costo de la crisis en el ingreso global podría llegar a los dos billones de dólares y que la duración y profundidad de esta dependerá de tres cosas:
Ante ninguno de los tres escenarios hay aún una respuesta certera. Hoy la especulación sobre cuánto será el daño y qué tan complejo será enfrentarlo, se limita a proyecciones con base en crisis pasadas.
Kristalina Georgieva, directora del Fondo Monetario Internacional – FMI, dejó claro que “dado que gran parte del mundo se enfrenta a detenciones masivas de actividades, las perspectivas de crecimiento global en el 2020 son negativas y vaticinan una recesión al menos tan mala como la que se vivió durante la crisis financiera mundial”.
Por último, se suma a estas voces la de Alicia Bárcena, Secretaria Ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe – CEPAL, cuando dice que “esta pasará a la historia como una de las peores crisis que el mundo ha vivido. Esto sucede porque esta enfermedad pone en riesgo un bien público global esencial: la salud humana e impactará a una ya debilitada economía mundial, afectando tanto desde la oferta como desde la demanda”.
Teniendo clara la gravedad de la situación, y a favor de buscar escenarios de soluciones efectivas, es fundamental entender en cuáles escenarios se juega la actual crisis.
La que es considerada en la actualidad como la fábrica del mundo, está parada. Y esto no solo afecta al gigante asiático, actualmente China representa ⅓ de la manufactura a nivel mundial; y, como si fuera poco, es el mayor exportador de bienes del mundo.
Como consecuencia de este paro, la producción industrial, las ventas y la inversión en este país cayeron casi a la mitad en los dos primeros meses de este año con relación al año inmediatamente anterior.
Al efecto espejo que esta crisis asiática representa en el resto de mercados se suman otros factores anteriores y derivados que agudizan la situación.
Hablamos por ejemplo del precio del dólar y su incremento que, sin duda, ya empieza a afectar los precios finales al consumidor cuando se trata de productos importados.Hay que tener cuidado, sobre todo, con aquellos que son de primera necesidad.
De otro lado se encuentra la caída en los precios del petróleo, que parte de la disputa entre Arabia Saudita y Rusia, y que hoy es una gran amenaza para países exportadores del crudo.
En el sector bursátil el diagnóstico es similar. Los grandes cambios en los mercados afectan muchas inversiones en pensiones o cuentas de ahorros individuales; la bolsa de Londres, Wall Street y el Nikkei en Japón han visto grandes caídas desde que comenzó el brote en diciembre.
La gran afección a la economía a partir del COVID-19 se hace evidente hoy en las reducciones en la producción, la creación de trastornos a la cadena de suministros y el fuerte colapso del entorno financiero. Un cóctel peligroso.
Según declaraciones de la CEPAL, esta región se verá afectada negativamente, en la medida en que, si se vuelve la vista atrás, este mismo territorio creció a una tasa estimada de apenas el 0.1% en el 2019; por eso, los pronósticos de la comisión realizados en diciembre pasado preveían un crecimiento del 1.3% para el 2020. No obstante, con esta situación las predicciones están en este momento en una contracción de -1.8% en el PIB, lo que puede llevar a que el desempleo de la región crezca en 10 puntos porcentuales.
¿Qué significa lo anterior? De un total de 620 millones de habitantes,el número de personas en situación de pobreza en la región aumentaría de 185 a 220 millones de personas y, por otro lado, las personas en situación de pobreza extrema aumentan de 67.4 a 90 millones.
Latinoamérica es un caso particular. Por eso, es fundamental entender a través de qué canales llegará la afectación económica a la región. Según la CEPAL son cinco los vehículos de afectación para Latinoamérica y el Caribe:
- Primero: el efecto de la disminución de la actividad económica de varios de los principales socios económicos comerciales en las exportaciones de los países de la región. Se estima, por ejemplo, que las exportaciones a China caerán en un 10.7% en su valor este año.
- Segundo: la caída de la demanda de servicios de turismo que impactará más fuertemente en los países del Caribe. Según estimaciones del organismo internacional, se calcula una afectación de entre el 8 y el 25%.
- Tercero: la afectación de las cadenas globales de valor que impactan principalmente a México y a Brasil, países que importan partes desde China para sus sectores de manufactura.
- Cuarto: la caída de los precios de los commodities. Sobre todo para los exportadores de materias primas, en este caso particular, América del Sur.
- Quinto: mayor aversión al riesgo por parte de los inversionistas y empeoramiento de las condiciones financieras globales.
Ahora mismo los gobiernos están tomando medidas sociales, económicas, fiscales y monetarias que implicarán sin duda aumentar el gasto social, un bajón significativo de las tasas de interés, la intervención en los mercados cambiarios; la suspensión, refinanciación o cancelación de créditos bancarios; la apertura de líneas de crédito para solventar a las pymes en esta coyuntura, el congelamiento de los servicios públicos y diversas acciones para evitar el desabastecimiento.
En respuesta a esta situación los bancos centrales de muchos países han reducido las tasas de interés. En teoría, esto debería abaratar el dinero y así facilitar el crédito y alentar el consumo para impulsar la economía.
Cada gobierno está estudiando de manera juiciosa su situación particular y, en compañía de los diversos organismos multilaterales, está atendiendo la vida como activo principal y, a renglón seguido, la situación económica para mitigar, en la mayor medida posible, el daño que todas las consecuencias derivadas del COVID pueda causar.
En algo sí coinciden todos los organismos, estudiosos y autoridades nacionales: ningún país podrá combatir esta pandemia sin cooperación regional y global. Es el momento de actuar como equipo, porque al final lo que necesita una coyuntura como estas es un multilateralismo activo, coordinado y consciente.
La prioridad entonces es estudiar, proponer y coincidir en medidas para abordar la actual crisis social y de salud, mitigar desde ya los posibles daños económicos y financieros y activar mecanismos de información y formación para vacunar a la sociedad contra el pánico que, en casos como estos, es el peor consejero y detonador de crisis mayores.
Jorge Soto, CEO y cofundador de Alegra, nos cuenta cómo la tecnología puede convertirse en una aliada de las pequeñas y medianas empresas cuando las circunstancias se vuelven complejas y el futuro incierto.
Crisis: esta palabra se deriva del griego krísis, que significa decisión, y designa el momento en el que se produce un cambio importante. No es casualidad, entonces, que al pasar por una situación crítica tengamos que tomar determinaciones en el camino. Cada empresa, familia, organización, núcleo o comunidad, según su composición y propósito, elige desde dónde y con qué estrategias enfrentar los tiempos de crisis.
Ahora bien, ¿cómo pueden hacerlo las pequeñas y medianas empresas (pymes)? Es cierto que estas son estructuras que se ven especialmente afectadas por las coyunturas de sus contextos. Sin embargo, como lo explica Jorge Soto, CEO y cofundador de Alegra (una herramienta digital de contabilidad y facturación con presencia en varios países de América), las pymes tienen un as bajo la manga listo para convertirse en apalancador y sacar el mejor provecho de la incertidumbre: la flexibilidad.
“Es el momento de hacer cosas diferentes y comenzar a ver las oportunidades. A una empresa grande, por ejemplo, le cuesta mucho cambiar, mientras que las pymes tienen la flexibilidad necesaria para reconocer nuevas rutas y ahí es donde verdaderamente entra a conjugarse la palabra innovación”, explica el colombiano.
Para Soto, las posibilidades de innovar en momentos coyunturales se pueden dar en diferentes direcciones:
La tecnología, precisamente, está dispuesta para impulsar estas dos últimas líneas. “Muchas empresas postergan el uso de la tecnología y la nube en su día a día, pero, ante las crisis, esto no es algo postergable. Si bien tendrán que asumirlo de forma obligatoria, seguro será una decisión que las hará crecer en cualquier circunstancia”, enfatiza el empresario.
Así que es la hora del comercio electrónico, del posicionamiento en redes sociales y buscadores, del teletrabajo y la capacitación remota. En este podcast, Jorge Soto habla sobre las diferentes plataformas para potenciar la comercialización en medios digitales, los pagos en línea y los recaudos virtuales.
Con todo esto, las pymes no necesitan una capa para sortear los futuros inciertos y las épocas de riesgo si son conscientes de dos súper poderes decisivos y audaces que llevan en su ADN: la flexibilidad y la innovación.
Toda crisis está acompañada de cambios. Sin lugar a duda, el 2020 será un año que recordaremos con grandes aprendizajes y retos para afrontar de una nueva manera lo que conocíamos antes como cotidiano. Frente a esto, las empresas tienen un gran reto: transformarse con lo aprendido durante la época del virus.
Diferentes empresas han comenzado a tomar medidas para concentrar esfuerzos en fortalecer las nuevas estrategias laborales como el trabajo remoto o teletrabajo. Uno de ellos es Andrés González, exgerente de Zara en Londres y actual jefe nacional para un grupo empresarial colombiano. Su experiencia le ha permitido ver las nuevas posibilidades que tienen las empresas y la economía con los cambios generados por el COVID-19. Estas son algunas de las apreciaciones de González frente al reto y oportunidad que trae el teletrabajo para nuestra economía a corto plazo.
Educación virtual. Las universidades e instituciones educativas han transformado su modalidad presencial y han logrado llevar sus contenidos a la virtualidad. Aunque esta posibilidad ya existía y era usada en algunas asignaturas, el futuro de la educación por fin ve en lo virtual una posibilidad para llegar a más personas de forma más cómoda, sin la necesidad de desplazamiento hasta una sede física y con facilidades similares en términos de interacción entre estudiantes y profesores. Un nicho nuevo para las universidades que diversificarán sus ofertas y crearán nuevos empleos bajo la modalidad del teletrabajo.
Deporte en casa. El cierre de todas las sedes deportivas llevó a diferentes empresas a crear contenidos audiovisuales que atendieran las necesidades de sus clientes. Ahora y luego de este periodo, los entrenadores no tendrán que estar siempre en una sede física para dar una clase: una pantalla gigante, un bueno sonido y la posibilidad de interacción en directo se perfilan como la nueva manera de orientar algunas clases deportivas sin la presencia física de un entrenador.
Medicina virtual. La alta demanda de atención en centros médicos ha generado que muchos hospitales y empresas de salud atiendan citas de manera telefónica y por videollamada. Los casos elegidos para esta modalidad son los de seguimientos a enfermedades crónicas y consultas preventivas. La medicina y algunos médicos seguirán con esta metodología para priorizar la atención física de pacientes que necesiten asistencia vital.
Reuniones virtuales. Adecuar espacios de reunión en una sede física dará paso a la instalación de un buen sistema de comunicación en los hogares de algunos colaboradores de nuestras empresas. De esta manera, sin congestionar las vías o los parqueaderos de las sedes empresariales y ahorrando en adecuación de nuevos puestos de trabajo, las juntas o reuniones serán a distancia, con herramientas tecnológicas que permiten compartir pantallas, enviar archivos, editar textos en línea y grabar la sesión en caso de la ausencia de alguien del equipo. Este es un nuevo nicho para las empresas dedicadas al soporte tecnológico.
Cambio de menú en los restaurantes. Pedir a domicilio ya estaba arraigado en nuestra cultura. Sin embargo, el periodo de aislamiento facilitó el surgimiento de un nuevo negocio: entrega de ingredientes que el cliente debe preparar para obtener el producto final. Aunque la atención al cliente continuará, la experiencia de cocinar en casa con insumos casi listos y enviados por un proveedor conocido es una nueva posibilidad que abre un nicho poco explorado.
Comercio y facturación electrónica. La necesidad de realizar pagos sin hacer contacto con el dinero ha llevado a empresas pequeñas al cobro electrónico. Aunque hace mucho tiempo este tipo de pagos se lleva a cabo, las pequeñas y medianas empresas han encontrado en esta modalidad posibilidades para transformar sus servicios. Según González, esto también aplicará para temas administrativos como legalizaciones, órdenes de compra a proveedores, archivos físicos, papelería innecesaria y conciliaciones que deberán adaptarse a metodologías de teletrabajo.
Una vez superada la emergencia, Andrés González cree que la sociedad priorizará más su permanencia en los hogares, el consumo de productos para el cuidado de la salud, usará más el delivery y pagará por entretenimiento y educación desde sus hogares. Adicionalmente, temas como el mejoramiento de la movilidad en las ciudades, las condiciones favorables para el aire, el surgimiento de nuevas aplicaciones y los nichos de negocios emergentes serán producto del cambio que generó el COVID-19 y que líderes empresariales como González ven con buenos ojos.
Garantizar la liquidez, retener el talento humano e identificar las nuevas oportunidades del mercado son formas de sobrellevar los momentos de coyuntura económica.
Varios empresarios de la región han anotado que, cuando el panorama se torna confulso y las soluciones ante una crisis no están en las manos de sus organizaciones, lo mejor que pueden hacer es reconocer el acontecimiento y, más que llevar la mirada hacia la rentabilidad o las utilidades, unir esfuerzos para sostenerse en el tiempo.
Teniendo esto en cuenta, compartimos contigo cinco ejes fundamentales que consolidan una gestión acertada de los horizontes inciertos:
1. Garantizar el flujo de caja y la liquidez de la compañía
Aunque no hay una forma certera de anticiparse al futuro, es recomendable asegurar la sobrevivencia de la empresa revisando todos los escenarios posibles, incluyendo los menos optimistas. ¿Cómo mantenerse a flote en un panorama en el que no habrá ventas o recaudación, pero se tendrán que seguir haciendo los pagos a los que está sujeta la organización?
Para acortar los gastos al mínimo, la claridad sobre cuáles son los pagos prioritarios es esencial. Jorge Soto, CEO y cofundador de Alegra, herramienta digital de contabilidad y facturación con presencia en varios países de América, explica que “la conversación es clave para identificar los proveedores estratégicos y las condiciones en las que la empresa necesita mantener a su equipo de trabajo”.
Para solventar estos gastos durante las adversidades, recomienda acudir al sistema financiero, tomar los cupos de crédito disponibles y hacer uso de ellos en dichos pagos críticos.
2. Pensar en el equipo de trabajo
El alma de las empresas, sus ideas y sus pasos se dan gracias al equipo que hay detrás de cada una de ellas. Por eso, antes de implementar cualquier decisión, es aconsejable tener en cuenta sus repercusiones en los colaboradores de la compañía y en la necesidad de retener su talento. Algunas organizaciones optan por continuar con su nómina regular durante las crisis, mientras que otras dan la opción de tomar o adelantar vacaciones o hacer reducciones temporales en los salarios.
3. Formar un grupo de choque
Jorge Andrés Mesa, líder de la firma de consultoría colombiana Mesa Familiar, anotó recientemente en una entrevista de un diario de su país que en tiempos de incertidumbre “hay que reafirmar lazos de liderazgo y se necesita crear espacios de comunicación fluida de las áreas”. En esto coincide Jorge Soto quien, de hecho, recomienda formar un grupo de profesionales que representen los departamentos de la compañía para, constante y articuladamente, evaluar los posibles escenarios, revisar los planes y pensar en las medidas más efectivas.
4. Identificar las oportunidades
Si hay un momento que obligue a la innovación es el del cambio. Por consiguiente, aunque no parezca una tarea trascendental, evaluar los procesos, productos o servicios de la empresa con una mirada flexible a reorientarlos abre la puerta a nuevas oportunidades de negocio, artículos o nichos.
5. Explorar nuevos canales
Redes sociales, página web, e-commerce, teletrabajo, domicilios, pauta digital, SEO… ¿Por qué no aprovechar las crisis para encontrar plataformas que pueden fortalecer la cobertura, el alcance y el posicionamiento de la empresa? Aunque pueda resultar complejo al principio, expandirse a los canales no tradicionales tanto a la hora de distribuir los productos o servicios de la organización, como a la hora de poner en marcha los procesos internos, puede ayudarle a sostenerse y, eventualmente cuando la coyuntura pase, a crecer.
Sabemos que cada compañía es un universo de interrelaciones, riesgos y decisiones. Estos cinco consejos generales están pensados para que, independientemente del sector y los hábitos organizaciones de cada una, sobrellevar la crisis e identificar las oportunidades que de ella devengan sea un camino posible.
5. ¿Por qué es importante la gestión financiera en las empresas?
Mantener bases financieras sólidas permite el desarrollo sostenible de las compañías. En la actualidad, las finanzas son un componente esencial para triunfar en el mercado.
Las empresas están en una búsqueda constante de herramientas que les permitan medir su efectividad y facilitar la toma de decisiones al interior de sus equipos. Para lograrlo, las finanzas corporativas aparecen como el aliado ideal. Gracias al conocimiento de sus entornos financieros, las organizaciones pueden trabajar en la potencialización de sus productos y servicios. Además, tienen la capacidad de proyectarse para asegurar su continuidad en el mercado.
La correcta optimización de los recursos y la rentabilidad son algunas de las principales preocupaciones de los empresarios. El desafío está en poder evaluar de manera permanente aspectos como el rendimiento de sus inversiones y su ritmo de crecimiento, y así determinar, con base en los estados financieros, la estabilidad y funcionamiento de la empresa.
Actualmente, el sector empresarial se enfrenta a retos como las variaciones en los costos, el aumento de la competencia, los distintos cambios en la demanda, las nuevas tecnologías y la globalización de la economía. Para garantizar una correcta gestión monetaria, en Empresas SURA desarrollamos una vertical financiera que busca fortalecer las compañías y asegurar su sostenibilidad en el tiempo.
6. ¿Cómo anticiparse a una crisis empresarial?
Los planes de gestión de crisis son un elemento esencial para que las organizaciones estén preparadas al afrontar situaciones adversas.
Conocer e identificar los posibles riesgos a los que se enfrentan las empresas hace la diferencia entre poder anticipar y sobrellevar una dificultad o estar propenso a las consecuencias de no comprender su importancia e impacto. En ese sentido, el establecimiento de un plan de gestión de crisis es fundamental para garantizar una correcta resolución de los problemas.
Cada plan debe comenzar con el establecimiento de unos objetivos claros. Estos objetivos deben apuntar, en primer lugar, a la protección de las personas que se puedan ver afectadas en caso de una dificultad.
En un segundo momento deben identificarse las problemáticas potenciales que pueden afectar a la compañía. En este punto es importante analizar el sector en el que se encuentra la empresa y determinar qué retos enfrenta, qué errores podría cometer y qué opciones tiene si llegan a ocurrir.
Adicional a esto, es importante que el empresario estudie los casos de compañías en el mismo sector que ya pasaron por situaciones similares. A partir de este rastreo pueden surgir ideas sobre qué hicieron estas empresas para superar las crisis o por qué no pudieron sortearlas, lo que genera información de valor para aplicar en su caso específico.
Durante el desarrollo del plan de crisis, también es vital idear planes de contingencia para situaciones que podrían pasar, como que un proveedor no pueda cumplir con la entrega de las materias primas o que una persona importante del equipo renuncie. Además, es necesario poner a prueba las opciones que se tienen en la actualidad, pues las alternativas que funcionan hoy podrían no hacerlo mañana.
Así mismo, se debe preparar un plan de comunicación en crisis, ya que uno de los puntos más importantes es estar preparados para informar lo que ocurre a los públicos involucrados. La comunicación con los grupos de interés durante y después de un evento desafortunado, será vital para mantener la confianza.
La habilidad del empresario para identificar riesgos y adaptar las soluciones a cada contexto será vital para gestionar cualquier adversidad que se presente en el camino, y el monitoreo constante de los entornos permitirá crear una estructura organizativa adecuada para tiempos difíciles.
¿Qué hacer ante una crisis?
Es normal que, a pesar de tener un plan bien establecido y claro, las cosas no salgan exactamente como se espera al momento de sortear un episodio difícil. Para estos casos es importante tener claro que la gestión de las crisis varía dependiendo del tipo de problema al que se esté enfrentando la compañía, sin embargo, existen consejos generales que pueden ayudar a sortear una situación desafortunada:
Según expertos, las ganancias rápidas y urgentes serán fundamentales para mitigar cualquier impacto, por esto existen cuatro acciones fundamentales para empezar a gestionarlas:
El reto inicia con la identificación de posibles amenazas. A partir de ahí, se debe trabajar para minimizar debilidades, investigar oportunidades y probar e implementar mejoras. De esta forma, la empresa podrá evolucionar y estará preparada para enfrentar episodios de crisis eventuales.
Finalmente, es importante ver en una crisis la oportunidad de reaccionar con nuevas ideas e innovar en lo que permanecía estático o en terreno seguro. Lograr transformaciones, resignificar el modelo de negocio y fortalecer la empresa a través de la diversificación de canales, productos y servicios, son algunas posibilidades que una situación adversa puede representar para esta.